Licenciada en Ciencia Política, Master en
Políticas Públicas, Diplomada en Desarrollo Local con Perspectiva de Género y en Gestión y Control de Políticas Públicas.
Se desempeñó como Directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres de las Provincia de Salta.
Fue compiladora y directora ejecutiva del Libro: “Mujeres que Transforman. Experiencias que Inspiran”.
Actualmente es Subsecretaria de Políticas de Inclusión en el Mundo Laboral del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación Argentina.
Lic. Pamela Ares, Subsecretaría de Políticas de Inclusión en el Mundo Laboral del Ministerio de Trabajo de la Nación: Existe una crisis de trabajo infantil, debido a ello hemos retomado políticas que se habían descontinuado en otras gestiones en materia de trabajo infantil. El trabajo infantil es la forma que adopta la crisis de los cuidados en la ruralidad. Debemos activar programas de líderes y lideresas para abordar el tema de trabajo infantil y trabajo forzoso.
Por otra parte, Argentina tiene un desafío interesante que es hacer cumplir y velar porque se respeten las condiciones laborales de los trabajadores, pese a que nuestras condiciones laborales están por encima de la media mundial.
Cuando hablamos de la pobreza y hablamos de mujeres claramente es uno de los temas que tenemos pendientes. Solo el 40% de las mujeres que trabajan se encuentran en relación de dependencia. Necesitamos formalizar la economía social, no solo es generar relación de dependencia sino garantizar derechos a esos colectivos, es necesario otorgarles derechos a la mayoría de los/as trabajadores de la economía social.
Las leyes, las políticas, los marcos normativos y los convenios se hacen efectivos cuando cambian las conductas, claramente son procesos pero hemos avanzado en muchas políticas en el peor momento del corto plazo de los últimos 50 años. Muchas veces no lo podemos ver por vivir en una grieta pero hemos avanzado muchísimo en materia de derecho.
Somos el primer país en llevar adelante una política pública sobre prevención de violencia en el mundo del trabajo. Sin embargo, aún tenemos mucho que avanzar: son las mujeres las que no son dueñas, no tenemos acceso pleno al crédito, todavía tenemos brecha salarial, estamos precarizadas. Incluso cuando se reactivó la economía volvieron las actividades más masculinizadas donde las mujeres tenemos menos injerencia lamentablemente. Por ello, nuestra estrategia debe ser pensarnos en un contexto regional y mundial donde el camino sea la redistribución de la riqueza con las mujeres y las diversidades adentro.