Licenciada en Psicología.
Doctorado en Salud Colectiva.
En la actualidad es Diputada Nacional.
Presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Honorable de la Cámara de Diputados de la Nación.
Lic. Mónica Macha, Diputada de la Nación, Presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad
Sancionamos dos leyes fundamentales durante la pandemia: la IVE, muy fundamental para pensar la salud y para la justicia social, porque es muy diferente el acceso en la clandestinidad y en ámbitos seguros.
Hoy vemos los números y son similares a nuestras estimaciones pero con la gran diferencia de que se encuentra un gran número de reducción de muertes. La otra ley fundamental es el cupo laboral travesti trans: dentro de las situaciones que mostró el COVID, la situación de las compañeras travestis mostraba la violencia estructural en todos los ámbitos. Esto les permitió acceder a un trabajo formal, generó un rápido cambio en la vida de las personas que de estar en una situación de prostitucion pudieron acceder a posibilidades de tener un trabajo formal, proyectar un futuro y un presente.
La violencia por motivos de género se recrudeció en la pandemia: muchas mujeres se encontraron, por la cuarentena, pasando muchas horas con parejas violentas. Muchas niñas y niños, en contexto de abuso sexual, pasando mucho tiempo con los perpetradores. El 78% del abuso sexual en infancia tiene por perpetrador a un familiar cercano.
En este ámbito aparecieron nuevas tipologías de violencia: por un lado la violencia vicaria, que se trata de la violencia que una pareja o ex pareja ejerce sobre una mujer, trasladando la violencia hacia les hijes, bajo el concepto de seguir siendo violentos con esa mujer sin disponer de su cercanía. Una forma de ejercer esa violencia es económica: los deudores de cuota alimentaria, por ejemplo. El abuso sexual en las infancias como también una forma de violencia vicaria; incluso el asesinato de niños.
Asimismo, estamos trabajando con la noción de violencia digital: especialmente distribuyendo imágenes íntimas sin consentimiento. Es por ello que estamos intentando tipificar estás violencias dentro de la ley 26.485 para vivir sin miedo y con vidas dignas.