Lucía Cirmi Obón, Subsecretaría de Políticas de Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación
Economista y magíster en Estudios del desarrollo. Estudió la Maestría en políticas públicas en FLACSO.
Actualmente está realizando un doctorado en desarrollo económico en la UNQUI. Trabajó en el diseño y la coordinación del PROGRESAR así como de otras políticas públicas, tanto en el ámbito ejecutivo como en el legislativo. Actualmente es Subsecretaria de Políticas de Igualdad del
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, coordina la Mesa interministerial de Políticas de Cuidado y el Comité del programa REGISTRADAS.
Es un honor compartir este panel con dos referentes de la economía y de la política social, Mercedes y Fernanda. Traigo los saludos de la ministra Elizabeth Gomez Alcorta y de la secretaria de Igualdad María Cristina Perceval, que felicitan este seminario porque creo que es doble el mérito del tema que convoca en un momento como éste.
Por un lado, porque muestra claramente el costado material de la desigualdad de género, en un momento supuestamente nuevo, pero en el fondo de viejos discursos acerca de qué es lo que le debe importar al Estado y a la sociedad, ponen en cuestión esta agenda particularmente feminista con perspectiva popular y de justicia social.
La agenda de género no es solo una cuestión de cambio simbólico, sino material. Y por otro lado también al revés que justamente los viejos problemas que le interesan hace muchísimo al Estado y a un proyecto de justicia social tienen que tener esta perspectiva y tienen una explicación en esta cuestión de género que no siempre está visibilizada.
Si abrimos un poco los números de pobreza vemos un montón de mujeres, y si abrimos un poco más, vemos un montón de mujeres cuidando. Lo mismo con la informalidad, lo mismo con el desempleo, lo mismo con los famosos entre mil comillas “nini” (Ni estudian ni trabajan).
Entonces este cruce es en este momento el más potente. Y que justamente, en este mundo donde particularmente el trabajo de cuidado no es reconocido, no es remunerado del todo, nos ocurre que se plantee el cuidado como una mera responsabilidad femenina. Y algo en lo cual en un mundo donde el tiempo es finito, a nosotras se pone la responsabilidad de cuidar y aparece como que el cuidado (que es un montón de cosas y cosas positivas) simplemente se reduce a que es perder plata.
Nosotras tenemos una sociedad donde el tiempo es plata, donde cuidar aparece como perder plata, y la calidad de cuidado que se percibe en los distintos integrantes de la familia y que se brinda depende finalmente del bolsillo de cada familia, y del vínculo que hay con esa familia.
Eso es lo que tenemos que transformar, porque sino se transforma en la práctica lo que encontramos es que si bien las mediciones de pobreza todavía tienen muchos problemas para captar esta feminización de la pobreza porque se asumen determinadas relaciones de poder hacia dentro del hogar, y una distribución equitativa entre el jefe del hogar o la jefa y el resto de los integrantes.
Tenemos otras variables de las cuales nos podemos aproximar a conocer esa pobreza feminizada, no solamente con los índices que se construyen por ejemplo desde la CEPAL, sino también viendo el resultado de donde estamos nosotras en las estadísticas nacionales.
Somos mayoría entre las supuestas personas inactivas y somos mayoría entre quienes reciben la política social “no contributiva” como si no hubiéramos contribuido a esa economía y a esa recaudación, cuando somos nosotras quienes aportamos con ese trabajo infinitamente necesario de cuidado. Somos nosotras quienes estamos informalmente en el mercado de trabajo, aportamos a la generación de riqueza en el mercado, somos nosotras quienes terminamos pagando los impuestos más regresivos que son los que están asociados al consumo.
La realidad es que en este contexto, y es lo que compete al tema de este panel que son las políticas públicas aplicadas en el contexto de pandemia, desde el Ministerio de las Mujeres Género y Diversidad hicimos mucha fuerza por salir del lugar exclusivo de la violencia porque es una condición necesaria para resolver la violencia. Pero si hablamos solo de ese tema o lo dejamos solo en ese plano simbólico, físico o psicológico y si no vamos al plano de la igualdad y resolvemos lo estructural, estamos siempre en el lugar de bomberas.
Entonces, una de las políticas más importantes que muestra esta conexión entre la desigualdad económica y la perpetuación de situaciones de violencia es el programa Acompañar, que hoy lo que hace es apoyar con 6 meses de un salario mínimo vital y móvil, un acompañamiento psicológico y social a las mujeres que están en situaciones de violencia y que dependen económicamente de sus agresores, entre otras cosas porque están cuidando.
Lo mismo con el programa Acercar Derechos, que lo que hace justamente territorialmente con algún despliegue del Ministerio de las Mujeres Género y Diversidad acompañar a esas mujeres al sistema judicial y con un ingreso para las personas travestis y trans.
Para muchas mujeres que salen de ese programa Acompañar y quieren continuar con un proyecto socioproductivo está el programa Producir que las aglutina en cooperativas y apoya económicamente sus emprendimientos.
Y así como esta agenda de violencia se trata de apoyar sobre una base material lo mismo ocurre con la agenda de cuidado. Nosotras iniciamos la gestión conformando una mesa interministerial de políticas de cuidado y nos fue más que útil en la pandemia porque había muchos arreglos implícitos a través de las decisiones que se tomaban de reacomodamiento de la pandemia y de la circulación impactaron en las relaciones de cuidado siendo la economía del cuidado un sector que no se para.
Esa mesa fue más que útil para hacer explícitas cosas evidentes como por ejemplo que los hogares monoparentales tenían derecho de ir con los chicos a los comercios, porque no tenían con quien dejarlos, no eran malas madres por llevarlos a Easy sino que era una condición necesaria.
También esa mesa interministerial fue muy importante para plantear que así como todos los otros sectores estaban recibiendo apoyo como el REPRO el ATP también el sector de Casas Particulares tenía que recibirlo y eso es el programa Registradas que hoy se está prorrogando hasta el 31 de diciembre porque muchos sectores se están recuperando.
Estamos en un momento de reactivación económica pero cuando uno ve cuales son esos sectores que lideran esa reactivación son los sectores más masculinizados, estamos hablando de Metalurgia, Construcción, Industria y el sector de Casas Particulares todavía está recuperándose y para nosotras era importante más allá de incluir a este colectivo de trabajadoras en toda la política social también incluirla en la política de empleo, en la política de sostenimiento del sector.
Hoy el programa Registradas subsidia 6 meses el 50 % del salario de esa trabajadora destinado directamente a la trabajadora abriendo una cuenta y también con eso yendo a lo que nosotras llamamos bancarización accesible.
Hago énfasis en este tema porque muchas veces se habla de la pobreza de género como si también fuera un problema de las mujeres de educación financiera, poniendo otra vez la responsabilidad en ellas sobre no estar lo suficientemente educadas en el tema y en la práctica lo que vemos es que las mujeres saben mucho de economía, rebuscan por donde sea para encontrar y resolver problemas de gastos, gastos de cuidado.
Lo veíamos esta semana que hay 7 de cada 10 mujeres que están separadas no reciben la cuota alimentaria de su ex pareja, osea son cosas bien concretas y ellas lo resuelven con lo que pueden, entonces ya no hablamos de esa educación financiera sino de una bancarización accesible, al revés, la responsabilidad está en nosotros como Estado de acercarle las herramientas y desde esa perspectiva trabajamos en el programa Registradas.
Lo mismo con la reglamentación del art. 179 de la ley de contrato de trabajo tras un fallo del Estado, Ministerio de Trabajo y de las Mujeres reglamentamos que cada 100 personas en un establecimiento de trabajo tiene que haber un espacio de cuidado para niños de entre 45 días y 3 años, si ese espacio no está se puede construir con otras empresas de la zona y si no se puede construir entonces hay que subsidiar al menos el 40% de la contratación de una trabajadora de casa particular registrada o tener un espacio de primera infancia habilitado.
Entonces así trabajamos por la formalización en varios sentidos y decimos algo que también lo tratamos de hacer con el proyecto de ley Cuidar en Igualdad que tiene que ver con decir que no son solo las mujeres las que llevan con la mochila del cuidado al trabajo, es una responsabilidad de todos los trabajadores y todas las trabajadoras, hasta que no digamos eso va ser muy difícil también pelear contra la brecha salarial o la ausencia salarial que hace que nosotras seamos mayoría en la pobreza.
Claro esta que en esta agenda de reactivación económica con perspectiva feminista, el reconocimiento previsional del cuidado tiene el lugar central.
Este proyecto Cuidar en Igualdad fue enviado del poder ejecutivo al poder legislativo, plantea que esa mochila con la que hoy cargan las mujeres hay que poder sacársela. Creando un sistema integral de cuidados que socialice esos cuidados en espacios públicos y con trabajadores y trabajadoras formadas, cuando sea necesario subsidiadas, hablando no solamente de cuidado de niños sino de personas mayores, personas con discapacidad, registrando el cuidado comunitario y transfiriendo recursos en salarios para esas trabajadoras comunitarias.
Por otro lado sacar la otra tira de la mochila diciendo no es solo una responsabilidad de la sociedad sino que es también una responsabilidad igualitaria de todos los integrantes hacia adentro de la familia y ahí hablamos de que varones, mujeres y otras identidades, toda la diversidad familiar tiene la misma responsabilidad en el cuidado tras un nacimiento o una adopción desde el día 1. Para eso se reforma el sistema de licencias y se propone una creación de la asignación de salario mínimo vital y móvil por cada mes de licencia para las/los monotributistas sociales y personas autónomas.
Creo que en ese sentido, lo que vamos avanzando, es una agenda transversal de perspectiva feminista sobre la económia que es lo que necesitamos para romper con esto, no necesitamos que se creen espacios de género y nos dejen en un cuarto separados, sino que está perspectiva atraviece y revise esos viejos problemas.
Por último, me parece importante remarcar que para avanzar sobre estos asuntos conectados que no son solamente Género y Pobreza sino diría Género y Cuidado que es lo que muestran los números, hoy en Argentina si vos tenes un hijo/a/e menor de 14 años tus probabilidades de ser pobre son más altas.
Si esa es la situación entonces necesitamos política social con perspectiva de acceso universal, claro que podemos apoyar proyectos socioproductivos, avanzar en la registración del trabajo, en la terminalidad educativa pero ninguno de esos proyectos se resuelve sino se apoya primero desde una perspectiva amplia la inclusión en la política social.
Y lo digo porque si estamos diciendo que las mujeres tienen pobreza de tiempo entonces justamente para ellas es que las cosas tienen que ser claras, sencillas, accesibles y que no pueden depender de su suerte en el mercado de trabajo o si el progenitor de sus niños paga o no la cuota y más en este momento donde estamos viendo que hay una reactivación económica y una tasa de desempleo baja por un problema distributivo en gran parte mediado por la inflación.
En ese sentido si la política social está bien hecha es la mejor política económica y tenemos que caminar con perspectiva feminista, para nosotras este tema mirar con esta perspectiva es el proyecto no solo de género sino social, económico porque acá está también la reactivación macroeconómica Ciudades de Aca y definitivamente es un proyecto político porque estamos diciendo que somos personas interdependientes cuando miramos con esta perspectiva muy lejos de la lógica del que “se salva solo”.
Así que para adelante! Nuestra propuesta es continuar con esta agenda y plantear que en esta sociedad tiene que haber siempre espacio para cuidar y que Cuidar en Igualdad es condición necesaria para trabajar en igualdad y porque no para vivir en igualdad. Gracias.